Comienzo mi nueva entrada con este lema para recordar que aquello que no se conoce no existe y que las instituciones se aprovechan de ello y son partícipes de la destrucción de nuestro patrimonio, tanto Junta de Andalucía como Ayuntamiento. En la última década ha desaparecido el 19% de la medina de Málaga (estudio realizado por el blog Bodrios arquitectónicos del centro histórico de Málaga), sin contar, claro está, lo que es propiamente el Centro Histórico, ya que este es muchísimo más grande de lo que dicen que es, incluyendo Trinidad, Perchel y Barrios Alto y el espacio comprendido entre Muelle Heredia y la Alameda. Entre los problemas de la desaparición de nuestro patrimonio se encuentran esos vaciados de edificios que se realizan y que provocan la desaparición de pinturas de interior, así como otros elementos, como los que hoy os presentamos.
En calle Sánchez Pastor nos encontramos con una de las casas, desde mi punto de vista, más importantes del siglo XIX en cuanto a pinturas de interior se refieren, suponemos, claro, que tras el “Salón Pompeyano” de la casa de los Heredia que se encuentra en la Finca San José, a la cual aun no hemos accedido, y por supuestos otras casas que aun nos quedaran por descubrir.
Después de haber visitado palacios como los de Trinidad Grund o donde se encuentra la Jefatura de Costas, de la cual ya hablamos, estas son las que más me han llamado la atención.
Por motivos de seguridad no puedo decir que edificio es, pero al parecer fue Pedro Luis Alonso su promotor del mismo y según su propietario del actual inmueble uno de los descendientes de este Alcalde aun vivía en este edificio cuando compró el inmueble.
Como ya dijimos, no soy entendido en arte, por lo que tal vez mi descripción no sea muy exacta. Por este motivo me preocuparé en describir la casa y las fotos hablarán por si solas.
El inmueble tiene un gran salón con una claraboya en el centro. Este gran salón es el distribuidor de las demás habitaciones de la casa y en las que encontramos pinturas murales y las típicas columnas de las fundiciones malagueñas del siglo XIX.
Una de las habitaciones que conducen a este salón posee un techo con pinturas de estilo ecléctico en las que predominan el dorado, rosa y el rojo.
Del gran salón aparece un pequeño pasillo que conducen a un salón más pequeño y a una cocina. Este pasillo también posee pinturas al igual que el salón.
Este pequeño salón es el más completo que hasta ahora mismo he podido contemplar por que no solo tiene el techo pintado sino todas las paredes, cosa que no había visto hasta la fecha. Posee también una chimenea de mármol que se conserva de la época.
Siento la calidad de las fotos, pero todas me parecían importantes.